Córnea y superfície ocular
La córnea es la capa más externa de la parte anterior del ojo y tiene una función óptica y protectora, mientras que la conjuntiva continúa a través de la superficie del ojo hasta llegar a la piel de los párpados. Ambas estructuras protegen los ojos de los agentes externos.
El carácter protector de la misma la predispone a sufrir innumerables enfermedades. Por su frecuencia e importancia destacan:
- La pérdida de transparencia de la córnea por causas traumáticas, inflamatorias o hereditarias.
- Procesos infecciosos que pueden afectar a la conjuntiva (conjuntivitis), al borde de los párpados (blefaritis) o a la misma córnea (queratitis y úlceras corneales). Muy importantes son las medidas de prevención de las infecciones corneales en los usuarios de lentes de contacto.
- La falta de lágrima, conocida como ojo seco, afecta a muchas personas. Afortunadamente, se puede tratar con sustitutos de la lágrima que dan buenos resultados en la mayoría de los casos. Un grupo poblacional especialmente sensible son las mujeres durante y tras la menopausia.

El carácter protector de las mismas las predispone a sufrir innumerables enfermedades. Por su frecuencia e importancia destacan:
- La pérdida de transparencia de la córnea por causas traumáticas, inflamatorias o hereditarias.
- Procesos infecciosos que pueden afectar a la conjuntiva (conjuntivitis), al borde de los párpados (blefaritis) o a la misma córnea (queratitis y úlceras corneales). Muy importantes son las medidas de prevención de las infecciones corneales en los usuarios de lentes de contacto.
- La falta de lágrima, conocida como ojo seco, afecta a muchas personas. Afortunadamente, se puede tratar con sustitutos de la lágrima que dan buenos resultados en la mayoría de los casos. Un grupo poblacional especialmente sensible son las mujeres durante y tras la menopausia.
OJO SECO
Los ojos secos son una afección frecuente que aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar los ojos de forma adecuada. Estas pueden ser inestables e insuficientes por varias razones. Un claro ejemplo es la presencia de ojos rojos por la escasez de lágrimas o una lágrima de baja calidad, que deriva en una inestabilidad lagrimal, provocando inflamación y daño de la superficie del ojo.
Los signos y síntomas, que suelen afectar ambos ojos, pueden incluir los siguientes:
- Una sensación de pinchazo, ardor o picazón en los ojos.
- Mucosidad viscosa en los ojos o alrededor de estos.
- Sensibilidad a la luz.
- Enrojecimiento de los ojos.
- La sensación de que tienes algo en los ojos.
- Dificultad para usar lentes de contacto.
- Dificultad para conducir de noche.
- Ojos llorosos, que es la respuesta del cuerpo a la irritación de la sequedad ocular.
- Visión borrosa o fatiga ocular.
Causas
Las causas de la disfunción de la película lagrimal son muchas, e incluyen cambios hormonales, enfermedades autoinmunitarias, inflamación de las glándulas sebáceas en el párpado o enfermedades oculares alérgicas. Para algunas personas, la causa de los ojos secos es la disminución en la producción de lágrimas o el aumento de la evaporación de las mismas.
Factores de riesgo
Algunos factores que te hacen más propenso a tener ojos secos son los siguientes:
- La producción de lágrimas suele disminuir con la edad. Los ojos secos son más comunes en personas mayores de 50 años.
- La falta de lágrimas es más común en las mujeres, especialmente si sufren cambios hormonales debido al embarazo, si usan píldoras anticonceptivas o si atraviesan la menopausia.
- Consumir una dieta con bajo contenido de vitamina A (presentes en el hígado, las zanahorias o el brócoli), o con bajo contenido de ácidos grasos Omega-3 (presentes en el pescado, las nueces y los aceites vegetales).
- Usar lentes de contacto o tener antecedentes de cirugía refractiva.
BLEFARITIS
La blefaritis es la inflamación que se produce en los bordes de los párpados, y normalmente afecta a ambos ojos.
A menudo, aparece cuando se obstruyen las pequeñas glándulas sebáceas cerca de la base de las pestañas, lo cual causa irritación y enrojecimiento. Son varias las enfermedades y los trastornos que pueden provocar blefaritis.
En general, la blefaritis es un trastorno crónico que no es fácil de tratar. Puede ser incómoda y antiestética. Pero por lo general no provoca daños permanentes en la visión ni es contagiosa.

Síntomas
Los signos y síntomas de la blefaritis suelen ser peores por la mañana. Por ejemplo:
- Ojos llorosos.
- Ojos rojos.
- Sensación de arena, ardor o escozor en los ojos.
- Párpados de aspecto graso.
- Picazón en los párpados.
- Párpados rojos e hinchados.
- Descamación de la piel que rodea los ojos.
- Pestañas con costras.
- Párpados pegados.
- Mayor frecuencia de parpadeo.
- Sensibilidad a la luz.
- Visión borrosa que suele mejorar con el parpadeo.
Causas
Puede estar asociada con uno o más de los mostrados a continuación:
- Dermatitis seborreica: caspa del cuero cabelludo y de las cejas.
- Infección.
- Obstrucción o mal funcionamiento de las glándulas sebáceas de los párpados.
- Rosácea: una enfermedad de la piel caracterizada por enrojecimiento facial.
- Alergias, incluso reacciones alérgicas a medicamentos para los ojos, soluciones para lentes de contacto o maquillaje de ojos.
- Ácaros o piojos en las pestañas.
- Ojos secos.
Complicaciones:
- Orzuelo
- Chalazión
- Conjuntivitis crónica
- Lesión en la córnea

PTERIGIUM
Es una degeneración de la conjuntiva y se manifiesta como una carnosidad en la parte blanca del ojo, que invade la córnea y puede provocar enrojecimiento y molestias importantes como sequedad e irritación. También puede inducir astigmatismo, siendo necesario el uso de gafas y, en casos más graves, puede afectar de forma importante a la visión.
Su origen es inflamatorio y suele aparecer en personas expuestas a la radiación solar sin protección adecuada, como personas que trabajan al aire libre. También se relaciona con ambientes muy calurosos, polvo, contaminación, etc. Parece tener también un componente genético, siendo muy frecuente en poblaciones latinoamericanas.
Como medidas iniciales, deberemos protegernos adecuadamente del sol y sería recomendable aumentar la hidratación de nuestros ojos. El pterigium provoca que la superficie de nuestro ojo se vuelva irregular y que nuestra película lagrimal no cubra de forma homogénea esta superficie. Esta situación desencadenará un ojo seco y, si no lo hidratamos con lágrimas artificiales, aparecerá un proceso inflamatorio que acentuará las molestias y las consecuencias.
El tratamiento médico con lágrimas artificiales o con antiinflamatorios tópicos tiene como objetivo reducir las molestias y evitar que el pterigium avance, pero nunca lo hará regresar. Si tenemos un pterigium que crece (invadiendo de forma excesiva la córnea), el siguiente paso sería plantear una cirugía para eliminarlo.
QUERATOCONO
El queratocono se produce cuando la córnea (la superficie frontal transparente y en forma de cúpula del ojo) se hace más fina y sobresale gradualmente en forma de cono.
Una córnea en forma de cono provoca visión borrosa y puede producir sensibilidad a la luz y al resplandor. El queratocono suele afectar a ambos ojos, aunque a menudo afecta más un ojo que al otro. Generalmente comienza a afectar a personas entre los 10 y los 25 años de edad, pudiendo progresar lentamente durante diez años o más.
Las etapas iniciales de esta afección pueden corregirse con el uso de anteojos o lentes de contacto blandas. Posteriormente, es posible que estas deban ser adaptadas a lentes de contacto rígidas y permeables a los gases, u otro tipo como las lentes escleróticas. Si la afección progresa hasta una etapa avanzada, podría ser necesario realizar un trasplante de córnea.
